Moravia, San José. El pasado 21 de junio, la Universidad Católica de Costa Rica (UCAT) realizó en sus cuatro sedes universitarias de Moravia, San Carlos, Nicoya y Ciudad Neilly, su I Acto solemne de Graduación, en donde 184 nuevos profesionales están preparados para convertirse en verdaderos protagonistas de la sociedad.
Para el Dr. Fernando Felipe Sánchez Campos, Rector Magnífico de la UCAT, la ceremonia oficial de graduación, es el acto que clausura un proceso académico y sirve de reconocimiento a los estudiantes, que, a lo largo de él, han completado los requisitos de un plan de estudios, de acuerdo al espíritu o carisma de la UCAT, y, por lo tanto, se han hecho acreedores de su título.
Dicha ceremonia, contó con la presencia de Mons. Oscar Gerardo Fernández Guillén, Obispo de la Diócesis de Puntarenas, quien inculcó a los graduandos humanismo y espiritualidad, con una riqueza humana, tanto para el bien personal como para las relaciones fraternas con las personas y con la naturaleza.
“Llegar a un nivel de humanismo es ponernos ante el otro siempre con toda veneración y con todo respeto, no solamente en un bienestar físico y mental, sino de actitudes de profunda fraternidad hacia los otros; y una salud espiritual, donde necesitemos una fuente para iluminar y cultivar el sentido de nuestra existencia y el sentido de nuestro vivir y de nuestro quehacer, que nos mantenga vivos, con esperanza y con ilusión. Una salud espiritual que, para los fieles cristianos es la misma Santísima Trinidad”.
La estudiante egresada de la Licenciatura en Psicología, Roxana Fonseca Méndez, destaca que la educación recibida en esta Alma Mater, “ha brindado no solo conocimientos técnicos y académicos, sino también valores y principios, guiados por la ética, la responsabilidad y el compromiso social”.
Asimismo, el ahora Lic. Marcos Vinicio Sequeira Quesada, de la Sede San Carlos, con un vehemente y claro mensaje, deja claro, que a partir de este momento se deja de ser estudiante y se pasa a la condición de estudioso.
“Nuestra formación es un compromiso de por vida y espero que sea de tanto disfrute y emoción como lo es el recibir hoy una titulación que nos acredita como conocedores de algún área de estudio”.
A su vez, el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, contó con la graduación de 40 Seminaristas en las carreras de Teología y Filosofía, el Pbro. Carlos Israel Coto Loría, Rector del Seminario Nacional, dentro de su disertación, dejó claro a los nuevos profesionales, que, “no solo han elegido una carrera o una vocación, sino que, en su corazón, están decidiendo poner lo que han logrado al servicio de los demás, de manera que sus estudios no solamente están pasando por el intelecto sino que también por su voluntad y por su corazón”.
La ahora graduada, Laura Jiménez Umaña, de la carrera del Doctorado en Ciencias de la Educación, ha comentado que “es momento de ser mejores profesionales, pero, que no se puede dejar de lado, ser mejores personas. Es imprescindible tener un valor agregado al del conocimiento, y eso implica tener un desarrollo pleno de las capacidades socioemocionales, desde los más sagrados principios morales y de virtud, compromiso con los más vulnerables y ejercer el poder de servir”.
Por su parte en la Sede Nicoya, la graduanda Silvia Elena Gómez Leal de la Licenciatura en Orientación, expresó a los nuevos profesionales, que, este logro permite una superación personal, pero sobre todo obliga a ser profesionales capaces de ser entes productivos, sin olvidar la ética, la responsabilidad y el compromiso.
Es importante destacar que, desde 1994, la UCAT ha graduado un total de 13.102 nuevos profesionales en los grados de Bachillerato, Licenciatura, Maestrías y Doctorado, en sus diferentes sedes universitarias.