La educación es un proceso permanente en el desarrollo de las personas. Lo confirman así las directrices de la UNESCO, cuando se refiere a la sociedad educativa o a la educación a lo largo de la vida. Los medios para la educación de cada persona van desde la autodidaxia, la educación por experiencia o en el trabajo, la formal o formalizada y la educación no formal, llamada también permanente o abierta.
“Así pues, es indispensable reflexionar nuevamente acerca de la distinción tradicional entre educación básica y educación permanente. Para adaptarse realmente a las necesidades de las sociedades modernas, la educación permanente no puede ya definirse por referencia a un periodo particular de la vida, por ejemplo, de los adultos, por contraposición a la educación de los jóvenes, o a una finalidad demasiado circunscrita, cuando se distingue, por ejemplo, la formación profesional de la formación general. En lo sucesivo, el periodo de aprendizaje cubre toda la vida, y cada tipo de conocimiento invade el ámbito de los demás y los enriquece. En el Siglo XXI la educación, debido a la misión que se le ha asignado y a las múltiples formas que puede adoptar, abarca, desde la infancia hasta el final de la vida, todos los medios que permitan a una persona adquirir un conocimiento dinámico del mundo, de los demás y de sí misma”. UNESCO, Informe Delors, “La Educación encierra un tesoro”.
Es importante señalar aquí, que, en Costa Rica, las instituciones a impartir los Diplomados, son las instituciones llamadas Instituciones de Educación Superior Parauniversitaria y Colegios Universitarios, dentro de los que está el Colegio Universitario Católico (CUCAT), antiguo Instituto Parauniversitario Católico, supervisado por el Consejo Superior de Educación (CSE).